El liderazgo no es cualidad ni status, no se es o se deja de ser líder. Es un ejercicio que cualifica las relaciones personales, familiares o profesionales, haciéndolas más eficaces y eficientes, generadoras de seguridad pero abiertas al cambio.
Es un ejercicio que lucha diariamente en tres frentes:
Liderar es poner las metas en el centro, no aspirar a ser el centro.